Recuerdo que antes de partir de Chile, algunos amigos me invitaron a cenar, ¡gracias! a quienes lo hicieron, y a los que no lo hicieron, ni me llamaron para despedirse, les digo que no los recibiré, jajajaja…. La cosa es que en una de esas ocasiones a uno de ellos le decía: tengo unas ganas increíbles de carretear, de conocer gente, de hacerme bolsa, de hacer todas esas cosas que no he hecho, -¿las hay?-, en fin llevar la vida loca. Bueno, como se imaginan no lo he hecho, estoy en un lugar precioso , con un departamento gigante, más grande que la casa de mis papás en Santiago, con vista al Mediterráneo, a dos cuadras de la playa, con gente increíble. Esto me hace recordar que un blogger cuando fue a mi casa dijo que no habían edificios, y no es porque vivía en Lo Barnechea o Santa María de Manquehue, o sea nada más lejos, lo digo en su doble sentido, metafórico y geográfico, o sea me demoro menos en llegar a Paris desde aquí, que de la casa de mis papás esos barrios. Bueno, hay de tod...