Hace un tiempo conversaba con un amigo y me decía que el problema que tengo, entre otros más que no viene al caso comentar ahora, es que tengo un patrón de gusto errado para mí. Onda siempre me gustan iguales, con rollos, dubitativos, lindos, enrollados, y cuanta cosa más. Hace unas semanas conocí a un chico, en verdad el lugar no era el mejor, pero bueno uno conoce donde puede y punto. Ahora sí, lo sé, partiendo por el lugar poco futuro se le veía a la cosa, pero bueno, me dio su número y dirección de correo electrónico, dijo que se conectaría al messenger en la noche. Pensé que en verdad sólo lo dijo por decir algo, pero no al final sí se conectó y propuso que nos juntáramos, pero al final no pudimos, postergando el reencuentro hasta el día siguiente. Lo pasé bien, tus ojos son preciosos, hacía tiempo que no sentía bien, me morí de la risa. Llegué en bici a tu casa, y me viniste a dejar en auto. Cuando te despediste vi una mirada especial. Sólo tú puedes llegar a buscarme a las 3:00...