Desfasado. 5/10/2006
Mientras cocinaba, el computador, que es mi equipo musical, tocaba el “Himno del No”, ese que nos prometía que la alegría vendría, y que la democracia sería el camino para alcanzarla. 18 años después podemos preguntarnos cuán democráticos y alegres somos.
La cosa es otra, desde que llegué a Francia los personajes chilenos más conocidos por lejos son dos: primero Pinochet, quien arrasa, y luego Allende. Si bien ambos gobiernos fueron erráticos, el primero sí se las mandó. Como dicen por ahí el segundo fue responsable de errores, pero el primero de horrores. Y que recién, y tímidamente, algunos personeros de derecha condenan, aunque no lo sé si por estrategia política o porque de verdad lo sientan así. Lo que si es cierto es que se sabía, y muchos no creyeron y otros hicieron vista gorda.
Aquí la imagen de Pinochet es malísima -como si pudiera no serlo-, siempre me preguntan sobre él, el golpe, cosa de la cual ya estoy un poco aburrido. Chile es más que “la vía chilena al socialismo” y la dictadura. Pero también somos lo que hemos sido, y por ello me llama la atención la poca importancia que se le da al 5 de octubre. Como dijo Carlos Peña la derecha no puede menos que sonrojarse esa fecha, y Bachelet no hizo sino que aprovechar la fecha para ordenar a la DC tras de ella en un eventual voto a favor de Venezuela para el Consejo de la ONU. Como si de nosotros dependiera el futuro de Venezuela, además como lo sostiene Fermandois, a veces hay que tomarse en serio la “realpolitik”, votar por Venezuela es lo mejor para Chile. Guatemala no tiene como ganar, y EE.UU. no va tomar represalias contra Chile.
Más que sonrojarse, la Derecha podría embarcarse y jugársela y comprometerse fuertemente con la democracia, y la Concertación, hacer de esa fecha algo así como el día de la Democracia. Hace unas semanas participé de los “Quartiers Libres” de Montpellier, tres días en los cuales hubo obras de teatro gratis, conciertos en las calles, cines libres, los músicos se tomaron las calles, poesía, etcétera. Fácil 150 actividades para tres días. Si hiciéramos algo así, el 5 de octubre sería una fiesta de unión, más que de desunión como lo fue el 11 de septiembre de hace 33 años.
Yo, por suerte, no me sonrojo, sino que me alegro del 5 de octubre, y recuerdo mis marchas, y las aglomeraciones reclamando democracia. Y no es sino ese hecho el que me llevó a estudiar Ciencia Política.
Un abrazo,
Yo, Claudio.
La cosa es otra, desde que llegué a Francia los personajes chilenos más conocidos por lejos son dos: primero Pinochet, quien arrasa, y luego Allende. Si bien ambos gobiernos fueron erráticos, el primero sí se las mandó. Como dicen por ahí el segundo fue responsable de errores, pero el primero de horrores. Y que recién, y tímidamente, algunos personeros de derecha condenan, aunque no lo sé si por estrategia política o porque de verdad lo sientan así. Lo que si es cierto es que se sabía, y muchos no creyeron y otros hicieron vista gorda.
Aquí la imagen de Pinochet es malísima -como si pudiera no serlo-, siempre me preguntan sobre él, el golpe, cosa de la cual ya estoy un poco aburrido. Chile es más que “la vía chilena al socialismo” y la dictadura. Pero también somos lo que hemos sido, y por ello me llama la atención la poca importancia que se le da al 5 de octubre. Como dijo Carlos Peña la derecha no puede menos que sonrojarse esa fecha, y Bachelet no hizo sino que aprovechar la fecha para ordenar a la DC tras de ella en un eventual voto a favor de Venezuela para el Consejo de la ONU. Como si de nosotros dependiera el futuro de Venezuela, además como lo sostiene Fermandois, a veces hay que tomarse en serio la “realpolitik”, votar por Venezuela es lo mejor para Chile. Guatemala no tiene como ganar, y EE.UU. no va tomar represalias contra Chile.
Más que sonrojarse, la Derecha podría embarcarse y jugársela y comprometerse fuertemente con la democracia, y la Concertación, hacer de esa fecha algo así como el día de la Democracia. Hace unas semanas participé de los “Quartiers Libres” de Montpellier, tres días en los cuales hubo obras de teatro gratis, conciertos en las calles, cines libres, los músicos se tomaron las calles, poesía, etcétera. Fácil 150 actividades para tres días. Si hiciéramos algo así, el 5 de octubre sería una fiesta de unión, más que de desunión como lo fue el 11 de septiembre de hace 33 años.
Yo, por suerte, no me sonrojo, sino que me alegro del 5 de octubre, y recuerdo mis marchas, y las aglomeraciones reclamando democracia. Y no es sino ese hecho el que me llevó a estudiar Ciencia Política.
Un abrazo,
Yo, Claudio.
Comentarios
jajjajaj
Cuidate y disfruta a concho...
te mando un fuerte abrazo...escribe y manda croissants....
x0x0x0x
LaRomané
que tal, como va ???
la dany te manda ene saludos, aunque tu no lo creas, siempre nos acordamos de ti !!!
chau
besos
...algo es algo....
se te extraña en chilito
saludos
C.-
por las porquerias que nos recuerdan, pff
saludos
Sebastian.
No sé, yo me atrevería a juzgar a Allende tan suelto de cuerpo.
En cuanto a que chile sea reconocido por las cosas buenas como todo es lo que mas cuesta.
Saludos.
Salu2
Harto desfasado tu comentario poh! Ya pus, actualiza, que ya celebré el 5 de octubre hace rato.
Bear hug,
Eleu
ya pos actualice
abrazos