'El incidente'
Hace días que tenía ganas de escribir sobre esto, sin embargo, convivía en mí el desgano por hacerlo. Contradicciones vitales que nos animan y desaniman a actuar. Y que hacen que nuestra vida sea algo más compleja, o más difícil. Por lo mismo a veces el desgano casi nos vence; sin embargo, ésto es un desafío. Además que complejo en griego no es sinónimo de difícil.
Por invitación de Apprentice escribo, y bueno porque cuando sucedió 'el incidente' pensé que lo escribiría. Como algunos de ustedes sabrán, el fin de semana pasado fuimos convocados al cumpleaños de Apprentice, después de gozar de sus virtudes como anfitrión, comer hasta saciarnos, disfrutar las ricas comidas, conocer a nuevos bloggers y disfrutar muy buenas conversaciones partimos al Puerto, pues el programa de celebraciones incluía baile, así que nos fuimos a eso.
La música en el local estaba buena, como siempre caluroso, aunque mucho menos que la vez anterior, gente simpática, el grupo de baile de nosotros fue lo mejor. Hung Up...
La cosa es que mientras regresábamos, o sea apenas salimos de la disco, y caminamos media cuadra fui objeto de un lanzazo, el primero en mi vida. El lanza, de alrededor 18 años, corrió con mi cadena de oro, la única alhaja que poseía, regalo de mis padres para mi graduación, ya hace 8 años. En ese momento no pensé nada más que en correr, fue un acto reflejo, el cual me hizo voltearme y empezar la carrera, pero apenas la empecé el cómplice me hizo una zancadilla, los resultados fueron un codo y una rodilla dañados. Pero me paré y nuevamente me puse a correr, sólo pensaba: 'este wn no se puede robar mi cadena, No!!'.
No sé bien cuáles eran los pensamientos que me animaban a correr. Quizás el valor simbólico que había depositado en ella. Era de alguna manera llevar a mi familia conmigo, quizás tenerlos siempre cerca, también me recordaba mi cumpleaños 18 y mi graduación. Sin ser un católico ferviente, de hecho no voy a misa, ni entro a una iglesia desde septiembre de 2004, la figura del Sagrado Corazón de Jesús, me es muy poderosa, y en menor medida la Virgen del Carmen. Conversé con Matías sobre el lanzazo y que reflejaba la cadena y el porqué de correr, luego de un rato llegamos a la conlusión que lo que pensaba mientras seguía al lanza era: 'wn, cualquier cosa menos mi familia'. Casi podría haber llegado al absurdo de comprársela, te doy plata, pero no te la lleves. Por eso quizás no me importaba el riesgo de seguirlo, nunca pensé en cortaplumas, ni en pistolas, pues el valor que tenía era mayor.
Después de correr varias cuadras, me pilló el otro lanza, y nuevamente me hizo una zancadilla, y en ese momento dije, 'hasta aquí no más llego'. El camino que quedaba por recorrer era oscuro, cerca de los cerros, no conozco esa ciudad, ni esas calles. No, no seguí.
Mientras regresábamos mis amigos me hablaban, yo sólo atiné a decir, lo que siempre digo: 'no se preocupen, estoy bien'. Siendo que por dentro estaba destruído, sólo sentía ganas de llorar, pensaba en mi familia, en la cadena, en mis padres, en el momento que me lo entregaron... Había impotencia, rabia y dolor. Pero después de conversar con Policarpo le dije: 'ya no importa, sabes por qué? Bueno esas cosas sólo tienen un valor mientras uno se los dé, y tal como en algún momento se lo dí, ya se lo quité. Ahora encuentro ese valor en mi familia, pero no reflejada en esa cadena, sino que en ellos, de carne y hueso'.
Y ¿por qué no ver el lado positivo de todo esto? Debo ser más cuidadoso conmigo, no arriegarme gratuitamente; por suerte esta vez no me pasó nada, no hubo peleas, cuchillos ni nada. Por último cuando llegué a casa fui recibido como siempre, con cariño; acogido, a pesar de la pérdida. Qué mejor, ¿no?.
Romané, muchas gracias!!
Un abrazo.
Por invitación de Apprentice escribo, y bueno porque cuando sucedió 'el incidente' pensé que lo escribiría. Como algunos de ustedes sabrán, el fin de semana pasado fuimos convocados al cumpleaños de Apprentice, después de gozar de sus virtudes como anfitrión, comer hasta saciarnos, disfrutar las ricas comidas, conocer a nuevos bloggers y disfrutar muy buenas conversaciones partimos al Puerto, pues el programa de celebraciones incluía baile, así que nos fuimos a eso.
La música en el local estaba buena, como siempre caluroso, aunque mucho menos que la vez anterior, gente simpática, el grupo de baile de nosotros fue lo mejor. Hung Up...
La cosa es que mientras regresábamos, o sea apenas salimos de la disco, y caminamos media cuadra fui objeto de un lanzazo, el primero en mi vida. El lanza, de alrededor 18 años, corrió con mi cadena de oro, la única alhaja que poseía, regalo de mis padres para mi graduación, ya hace 8 años. En ese momento no pensé nada más que en correr, fue un acto reflejo, el cual me hizo voltearme y empezar la carrera, pero apenas la empecé el cómplice me hizo una zancadilla, los resultados fueron un codo y una rodilla dañados. Pero me paré y nuevamente me puse a correr, sólo pensaba: 'este wn no se puede robar mi cadena, No!!'.
No sé bien cuáles eran los pensamientos que me animaban a correr. Quizás el valor simbólico que había depositado en ella. Era de alguna manera llevar a mi familia conmigo, quizás tenerlos siempre cerca, también me recordaba mi cumpleaños 18 y mi graduación. Sin ser un católico ferviente, de hecho no voy a misa, ni entro a una iglesia desde septiembre de 2004, la figura del Sagrado Corazón de Jesús, me es muy poderosa, y en menor medida la Virgen del Carmen. Conversé con Matías sobre el lanzazo y que reflejaba la cadena y el porqué de correr, luego de un rato llegamos a la conlusión que lo que pensaba mientras seguía al lanza era: 'wn, cualquier cosa menos mi familia'. Casi podría haber llegado al absurdo de comprársela, te doy plata, pero no te la lleves. Por eso quizás no me importaba el riesgo de seguirlo, nunca pensé en cortaplumas, ni en pistolas, pues el valor que tenía era mayor.
Después de correr varias cuadras, me pilló el otro lanza, y nuevamente me hizo una zancadilla, y en ese momento dije, 'hasta aquí no más llego'. El camino que quedaba por recorrer era oscuro, cerca de los cerros, no conozco esa ciudad, ni esas calles. No, no seguí.
Mientras regresábamos mis amigos me hablaban, yo sólo atiné a decir, lo que siempre digo: 'no se preocupen, estoy bien'. Siendo que por dentro estaba destruído, sólo sentía ganas de llorar, pensaba en mi familia, en la cadena, en mis padres, en el momento que me lo entregaron... Había impotencia, rabia y dolor. Pero después de conversar con Policarpo le dije: 'ya no importa, sabes por qué? Bueno esas cosas sólo tienen un valor mientras uno se los dé, y tal como en algún momento se lo dí, ya se lo quité. Ahora encuentro ese valor en mi familia, pero no reflejada en esa cadena, sino que en ellos, de carne y hueso'.
Y ¿por qué no ver el lado positivo de todo esto? Debo ser más cuidadoso conmigo, no arriegarme gratuitamente; por suerte esta vez no me pasó nada, no hubo peleas, cuchillos ni nada. Por último cuando llegué a casa fui recibido como siempre, con cariño; acogido, a pesar de la pérdida. Qué mejor, ¿no?.
Romané, muchas gracias!!
Un abrazo.
Comentarios
un abrazo
Que lata cuando pasan esas cosas.
Uno se siente violado, vulnerable, impotente.
Solo pensar que lo material no importa y agradecer a los "dioses paganos" que no te paso nada malo.
Y con respecto a su comentario, si, eso es todo lo que ud tiene que hacer, jejejeje.
(es broma)
No hay duda que tu medalla lo era, aún recuerdo el momento en que con orgullo me "la presentaste", aún la recuerdo en tu cuello y así será para siempre, lo que había en ella no corrió con los lanzas ni está con ellos ahora, como bien dices permanece contigo y lo hará siempre. Si bien de algún modo la recuperaste, creo que ni por un segundo la perdiste.
Tal vez será por historias como estas que creo que, a pesar de lo que muchos piensen, si vale tenerle apego a ciertas cosas. Como a tu nueva medalla ¿o no?.
Un abrazo y un beso inmensos, se cuida ...
Gracias por no rehusarla.
Besitos
x0x0x0x
LaRomané
abrazos
Y como ya te han señalado, te quitaron tu medalla, pero lo que ella representaba permanece contigo.
Un abrazo!
por suerte que no te paso nada
cuidate mucho
un beso
carmEn
es horrible eso del asalto...pero aunque ya me asaltaron un vez...no siento temor de salir a la calle y usar las cosas que compro o me reglan de valor, por que depsues de todo las cosas estan para usarlas....ese es su fin...nunca le he asignado muxo valor a las cosas...creo mas en la improtancia de los recuerdos, no materiales, sino mentales, creo que lloraria mas la perdida de una foto que la perdida de la camara...
ALGÚN FISCAL AMIGO POR AHÍ TALVEZ TE PUEDE AYUDAR A ENCONTRAR ESOS MALANDRAS...
UN ABRAZO, Y ES PRIMERA VEZ QUE ESCRIBO ACA, NO SE SI RESULTARÁ
* ¿¿pero como andabas con eso???
* Ves, por estar kureke lo que te pasa
* A ti no mas se te ocurre andar por ese barrio!!!
* Agradece que no te hicieron nada….por esa tontera que te robaron……
Y muchos +
Bueno es un real paja que te roben!!!! Y la vez que corrí cuadras detrás del que me robo la billetera en Bellavista mi única intención, no era que me devolviera el objeto robado, mas bien, era no dejarle ni un puto diente!!!!!
Saludos
Soy tu cadenita robada.
Dormí dispersa durante años, un camino de agua me volvió visible.
Un indio me tomó en sus manos, la hizo un hilo junto a mil hermanas.
Anduve en la muñeca de una mujer hermosa hasta que unos invasores me arrebataron para ser acuñada.
Circulé en el imperio, financiando guerras y pagando fiestas.
Por mí mintieron e incluso mataron.
Volví a mi continente, refundida mil veces, fui guardada como reliquia, aunque ya casi no se viera el rostro del rey que me imprimieran.
Me vendieron por comida, y me compró un joyero.
Me volvieron la cadenita que te regalaron tus padres.
Te amé desde que te vi, me gustó mucho colgar de tu cuello.
Te abandoné hace poco, le guiñé un ojo a un malhechor para que me devolviera mi libertad.
No me extrañes, que ya nos vemos, en todo lo que brilla.
Tuya,
Cadena
oie, muy agudo tu jefe me encanto
un abrazo y no juegue más al héroe, no vale la pena a menos que estemos defendiendo nuestra vida o la de los seres queridos....
a mi una vez me robó una gitana...sin comentarios...
besos!!!!!!!
nos leemos!
Pero como bien me dijo mi pololo en esa época, los objetos solo son valiosos en la medida que uno los carga de valor sentimental, y mientras quienes nos los dieron estén a nuestro lado, siempre existirá la posibilidad de otrogar una nueva carga emotiva a otras cosas.
Gracias a Dios no te paso nada grave.
Un abrazote enorme.
el cual esctibo hace 10 años. cuidate y ojala que nunca mas te vuelva apasar algo asi. Esa sensacion de impotencia frente a un acto tan ruin como lo fue aquel lanzaso, es una sensacion inherente a cada quien le sucede
lo mismo.
cuidate y saludos
SEBASTIAN DQ.
Concuerdo contigo en que las cosas tienen valor en medida que uno se lo atribuya. Bueno ya sabes para la proxima ten mas cuidado.
un beso grande
PD: me encanto conocerte ahhh y se me olvidaba ¿y las fotos? en mi blog tengo puesto un correo de contacto
UN BESO Y UN ABRAZO
chauuu, nos vemos.
me paso exactamente lo mismo!!! pero en vez de cadena fue un reloj q me regalaron mis padres en mi licenciatura.....hice lo mismo..sali corriendo a echarles "la choriá"...pero mejor me devolvi.
Te leere mas seguido ah! y gracias por el saludo de cumpleaños
un abrazo
Es sencillamente detestable esa situacion, a mi me asaltaron con cortaplumas y todo, y se siente una rabia tan gigantesca que por minutos uno no atina a nada simplemente.
Pero hay que resignarse y aunque suene una frase cursi, finalmente lo material es recuperable, de algun modo.
Cuidese
Saludos
Pancho