El que avisa no es maricón....
- Matías me tengo que ir, y es bueno que preparemos el cierre.
- Si, pero para eso necesitamos tiempo. Tienes que ver que te vas a llevar a Francia.
- Si, lo sé.
Fueron alrededor de tres años, en los cuales aprendí mucho, y crecí, quizás sin darme cuenta. Y es acá, en Francia donde siento que ese tiempo fue increíble, fue un crecimiento importante.
- Y qué harás cuando no esté?
- Bueno, he aprendido a recurrir a mí, a mis herramientas para sobrellevar momentos ingratos.
Ambas respuestas eran algo así como las que debía dar, no cabían otras, siempre quise demostrar, -inocentemente- que podía estar bien, que sabía las cosas que tenía que hacer. Que de alguna manera era autónomo.
Pero, no es así. A ratos me bajoneo, no por cosas que me pasen aquí, que reciba algún maltrato o algo así. Sino que por lo que traje desde Chile. Especialmente esos lazos que para mi son importantes, pero no he sentido que hayan sido recíprocos. Siento que yo los traje, pero ellos me dejaron ir, pareciera que ellos dicen: Yo, Claudio se fue; y yo quiero tenerlos todavía aquí conmigo. Quizás soy algo aprehensivo como mi madre, pero creo que no soy el único responsable, no creo haberme creado ilusiones, hubo palabras, hubo tantas cosas, tantas promesas de por medio.
Los recuerdo día a día, esos momentos que vivimos han sido tan importantes, cuando los recuerdo sonrío. Pero también me quedo con un dejo de pena. Pena porque ya no están, no han respondido mis e-mails, ni cartas. Cuando los llamaba decían… Ah justo iba a escribirte, me estaba acordando de ti… y esas cosas, que para mi ya no son más que excusas. Si tanto se acordaban, por qué no escribieron un e-mail preguntándome ¿Cómo estoy?... porque sólo se acordaron de mi para pedirme que les enviara algo desde Europa. A la mierda, cuando estaba en España me acordé de lo que me pidieron, pero de adrede no lo compré. Siempre estoy/aba para sus problemas y necesidades; pero ahora que te necesitaba/o no estás.
Quizás es tiempo de pensar como aquellos, y decir: están allá y yo acá. Es doloroso, triste, pero es sano. Como me dijo un amigo acá, “Puta Yo, Claudio que teni mal ojo”. Es cierto, pero no sólo para el amor, a ratos pienso que también en las amistades. Es duro, pero es necesario cortar lazos que no son saludables para uno; aunque gracias y por Dios que hubo momentos que fueron increíbles.
Yo, Claudio.
- Si, pero para eso necesitamos tiempo. Tienes que ver que te vas a llevar a Francia.
- Si, lo sé.
Fueron alrededor de tres años, en los cuales aprendí mucho, y crecí, quizás sin darme cuenta. Y es acá, en Francia donde siento que ese tiempo fue increíble, fue un crecimiento importante.
- Y qué harás cuando no esté?
- Bueno, he aprendido a recurrir a mí, a mis herramientas para sobrellevar momentos ingratos.
Ambas respuestas eran algo así como las que debía dar, no cabían otras, siempre quise demostrar, -inocentemente- que podía estar bien, que sabía las cosas que tenía que hacer. Que de alguna manera era autónomo.
Pero, no es así. A ratos me bajoneo, no por cosas que me pasen aquí, que reciba algún maltrato o algo así. Sino que por lo que traje desde Chile. Especialmente esos lazos que para mi son importantes, pero no he sentido que hayan sido recíprocos. Siento que yo los traje, pero ellos me dejaron ir, pareciera que ellos dicen: Yo, Claudio se fue; y yo quiero tenerlos todavía aquí conmigo. Quizás soy algo aprehensivo como mi madre, pero creo que no soy el único responsable, no creo haberme creado ilusiones, hubo palabras, hubo tantas cosas, tantas promesas de por medio.
Los recuerdo día a día, esos momentos que vivimos han sido tan importantes, cuando los recuerdo sonrío. Pero también me quedo con un dejo de pena. Pena porque ya no están, no han respondido mis e-mails, ni cartas. Cuando los llamaba decían… Ah justo iba a escribirte, me estaba acordando de ti… y esas cosas, que para mi ya no son más que excusas. Si tanto se acordaban, por qué no escribieron un e-mail preguntándome ¿Cómo estoy?... porque sólo se acordaron de mi para pedirme que les enviara algo desde Europa. A la mierda, cuando estaba en España me acordé de lo que me pidieron, pero de adrede no lo compré. Siempre estoy/aba para sus problemas y necesidades; pero ahora que te necesitaba/o no estás.
Quizás es tiempo de pensar como aquellos, y decir: están allá y yo acá. Es doloroso, triste, pero es sano. Como me dijo un amigo acá, “Puta Yo, Claudio que teni mal ojo”. Es cierto, pero no sólo para el amor, a ratos pienso que también en las amistades. Es duro, pero es necesario cortar lazos que no son saludables para uno; aunque gracias y por Dios que hubo momentos que fueron increíbles.
Yo, Claudio.
Comentarios
¿Qué podría comentar desde aquí frente a la sapiencia con que escribes de lo que sabes, con lo que detrás de ello hay?. Recuerdo, te recuerdo.
Eso.
Un abrazo,
Claudia
espero que tomes las mejores decisiones :)
Pucha, qué lata. Habrá que buscarle lo positivo, asi como la quinta pata al gato digo yo :_(
Por ejemplo, ahora sabes quienes son tus verdaderos amiwis.
También deben haber aspectos de ti que incidan, no? O le vamos a echar toda la culpa a los demás?
Justo que te iba a pedir que me trajeras algo, jajaja.
Yo siempre echo de menos tus comentarios.
Bear hug,
Lautaro (ex Eleutherio)
Como estas?
Hey, estoy volviendo al blog, solo me falta mas tiempo para dedicarme a el.
Un abrazo y nos estamos hablando.
Mi conclusión fue que , en todo lo que tenga que ver con afectos no familiares, es decir, amistades y amores, vida y justicia no son sinónimos, y ante eso nada que hacer, salvo tragar saliva y seguir adelante.
Hace mucho tiempo que te he tenido abandonado, y te parecerá escusa pero hice abandono de todo, incluso de mi, con tal de terminar la carrera, y lo logré.
Es triste leer estas lineas, pero me he dado cuenta que pasa más seguido de lo que nosotros creemos.
No creo que tengas mal ojo, todos somos medio tuertos para estas cosas en la vida.
Espero que retomemos el contacto,
Daniel Alberto Silanes Puentes pasó a saludar.