Trabajo y trabajo

Hoy me he dedicado a trabajar, he estudiado para mi tesis, y ahora me dispongo a trabajar en la ayudantía, aunque conversé con mi compañero quien me dijo que las pruebas estaban más bien malas. Supongo que no estudiaron, ya que en verdad era algo fácil.
Acabo de leer algo de Andrew Sullivan, el que como siempre recomiendo -www.andrewsullivan.com, estuve leyendo una columna sobre el 'supuesto' triunfo de las minorías sexuales. Critica puesto que sostiene que el matrimonio es un derecho garantizado por la Constitución, en consecuencia no hay cabida para una diferenciación entre unión civil y matrimonio. Esto, claro está, es una visión estadounidense, puesto que cada país tiene una Constitución diferente, por lo tanto los derechos que ella resguarda son distintos. En el caso nacional el matrimonio es definido como la unión de un hombre y una mujer. Por lo tanto no es un derecho extendible a las minorías sexuales, para que éstas contraigan este vínculo. A menos que se reforme la definición del vínculo. Lo cual no veo posible en un futuro próximo. Ayer la candidata progresista Michelle Bachelet decía que estaba de acuerdo con la unión civil, no con el matrimonio. Por lo cual en la próxima adminitración no se verán cambios. Ya que como es de suponer Lavín, no legislara, si en 1999 no estaba dispuesto a legislar sobre el divorcio, a pesar, de que en esa fecha era un 'problema real de la gente', menos lo haría con un tema que aborda al 10 por ciento de la población, lo cual según creo, también lo convierte en 'un problema real de la gente'. En el caso de Soledad Alvear, las posibilidades de que triunfo son escasas, y no está dentro de su programa el legislar el tema. Hay que recordar que cuando se iba a presentar ante la comisión de derechos humanos de la ONU, una moción patrocinada por Brasil para integrar la sexualidad como un derecho humano, Alvear, entonces canciller dudó demasiado y la posición de Chile nunca fue clara.
Creo que la única persona que podría haber liderado este 'cambio cultural' como lo definió era Ricardo Lagos. Sin embargo, se conformó con el divorcio, ya que 'el país no está preparado para el matrimonio gay'.
Es de esperar que al menos fructifique el proyecto de unión civil que fue presentado el 2003 en el congreso con el patrocinio de diputados de todos los partidos, con la excepción de la UDI, cosa que no ha de sorprender a nadie. Proyecto, por cierto conservador. Sólo apela a regular los bienes.
Por mi formación católica, y por mis escasos conocimientos históricos, por lo cual me puedo equivocar.
El matrimonio como lo entendemos actualmente tiene su origen en el cristianismo, no conozco que se hable de matrimonio con anterioridad al advenimiento del cristianismo. Y es Jesús quien le da el caráter sagrado, y posteriormente la Iglesia Católica lo eleva a sacramento. Y se establece que es la unión de un hombre con una mujer con ciertos fines, la mutua protección, la procreación, entre otros. Por lo tanto, el matrimonio entendido en su concepción primitiva y que aún mantiene el cristianismo, no todas las iglesias, no puede ser concebido como una unión entre dos personas de un mismo género.
Asimismo, en la concepción cristiana, en la celebración del matrimonio quienes actúan como ministros, son los mismos contrayentes de este vínculo. Y el sacerdote o diácono sólo actúa como testigo. En consecuencia, el matrimonio es la voluntad de dos personas, hombre y mujer, para vivir juntos.
Ahora, hay una separación Iglesia Estado, desde el siglo XIX y en otros lugares desde el siglo XX. Proceso de secularización y laicización. Asimismo, existe una evolución en la humanidad, y por lo mismo en los conceptos. En ese sentido, se podría entender que es posible la extensión del matrimonia a dos personas de un mismo género. Pero ante este cambio, veo que hay un problema, el primero es que el matrimonio, sea visto religiosamente o no, tiene como uno de sus objetivos la procreación, o al menos la crianza. Por lo tanto, sería aceptable que un matrimonio de dos personas de un mismo género adopten. Aquí, como lo dije anteriormente, se enfrentan dos derechos, el de los niños y el de la pareja, o individuos a criar. Sostengo que el derecho que prima es el de los niños a formarse y criarse en una familia heterosexual. Creo y sostengo que la convivencia de dos personas de un mismo género constituyen una familia, y sin adjetivo. Es decir, no es una familia diferente, ni no tradicional, sino que es una familia.
Con esto quiero decir que las parejas de un mismo género tienen que optar por una figura diferente al matrimonio, sea ésta una unión civil, en la cual se resguarde todos los derechos.

Comentarios

Hola.

Me resulta interesante tu reflexión considerando aspectos históricos, que finalmente todos en alguna medida tenemos internalizados.

También me llama la atención tu intención de ser objetivo, imparcial; aunque, claro, nadie lo puede ser absolutamente; pero la intención está.

Saludos,

GP

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