Humanamente hablando.
Hoy ha sido uno de esos días extraños. Me he sentido de distintos modos. Los sentimientos, por lo mismo, han sido variados. A veces pienso que los viernes me hacen mal.
Mientras iba a hacer clases, en el metro disfrutaba 'El Príncipe'. Cuando bajé del metro y caminaba hacia la facultad pensaba en las cosas que he hecho y de las que me he preocupado. Esto me producía sentimientos encontrados: tristeza y alegría; frustración y satisfacción, entre otros.
Pensaba que no he sido un mal hijo, he tenido cuidado de no serlo, tal vez no sea el hijo modelo, pero tampoco se podría decir que he sido lo contrario. Procuré no molestar a mis padres, ni producirles problemas, de alguna forma traté -y trato- de ser un buen cabro.
Nunca fui una lumbrera en el colegio ni en la Universidad. Sólo me preocupé de hacer las cosas que tenía que hacer, estudiar, y carretear en su justo medio. En el colegio era más bien flojo, pero aún así repunté, entré a la U, trabajé en ella -aún lo hago. Los profesores me 'querían', trabajé en unos proyectos. Es decir, no fui mal estudiante. Soy afortunado y algo esforzado. Empecé a trabajar desde chico, quizás a los 15, me pagué mis estudios. Mis profesores, en algunos casos me becaron, o a veces me daban pega. Estudié dos carreras, inglés, francés y curse ramos de doctorado y magister.
Cuando practiqué natación siempre fui uno de los primeros, si no era el cabecera de grupo era el segundo o el tercero. Como tenista mi situación fue bien malita, creo que soy un animal acuático, (y cuático también).
Como hermano, ahí nunca ha sido fácil, la relación con ellos es compleja. Las discusiones normales entre nosotros, a veces unas palabras salían por rabia, de las cuales más tarde me arrepentía. Con mis padres ha sido difícil, hay muchas cosas, sentimientos confusos, cosas no resueltas. Hay enojos, rabias, dolor, alegría, admiración, pero me es difícil hablar de cariño o amor. Sé que los quiero, pero me cuesta sentirlo. Me nace más bien lejanía, hay cierta distancia. Como decía una abuelita: 'en todas las casa se cuecen habas, pero en la mía por sacos'.
En fin, he procurado hacer las cosas como pienso que debí hacerlas, traté de actuar como el deber ser las indicaba. Siento que son cosas que cualquier persona puede hacer, que en ellsa no hay mérito, nada sobresaliente. Sino que un poco de suerte y un toque de insistencia. Nada de otro mundo, nada que nadie no pueda hacer.
Mis amigos me han dicho que no es así, mi sicólogo también me lo ha hecho notar. Y creo que tienen algo de razón. Pero eso no importa mucho. Esas cosas que nombré antes no son muy relevantes, insisto son cosas casi irrelevantes que sólo me pueden servir para mostar que he sido un poco resiliente. Nada más que eso.
Creo que hay algo que falta. Tal vez, en todas las cosas que nombre no hay más que efectividad para conseguirlas, todas esas cosas implican un pequeña cuota de esfuerzo y de suerte. Pero no hay afectividad. No he hablado de ella. Una vez me dibujé junto a mi familia, todos teníamos cuellos marcados, todos estábamos parados sobre una línea que indicaba el suelo. Es decir, hay una gran distancia entre sentimiento y razón, son cosas que siempre me ha costado conjugar. La línea indica la base sobre la cual me paro. El conocimiento es lo que me brinda seguridad, ahí es algo que conozco, lo demás es incertidumbre. Siempre me ha sido fácil ser una persona amena en informar, no es difícil leer, aprender, repetir y aplicar, eso no es más que una práctica, eso se desarrolla. No es difícil estudiar.
Un lector una vez me dijo que se sentía tonto cada vez que me leía, pero no, sus historias implicaban mucho, reflejaban sentimientos, reflejaban inteligencia emocional, en sus palabras había emoción. Los míos sólo explicaban, repetían cosas de otros.
Muchas veces he deseado dejar todo eso de lado, cambiar todas esas cosas que pueden ser 'logros' por sentir, por dejar de sentirme el tipo que informa, el que sabe, el que soluciona las cosas, por ser el tipo afectivo. Sentirme querido, querible. Daría todo, cambiaría cuanto fuera posible, porque se cambiara esa imagen. ¿De qué sirven esas cosas?. De nada. ¿De qué sirve que me recuerden como un tipo que una u otra otra vez dio una respuesta?. De nada. Además que mis respuestas son bien tontas.
Las personas que me han gustado no se han interesado en mí. Eso es doloroso. Cuando miras hacia atrás y sólo ves que en lo afectivo tu vida ha sido un fiasco, lo demás es basura. Lo demás es descartable. Estoy cansado de ser el que da los primeros auxilios, estoy cansado de procurar ser quien debo ser. Siento muchas cosas, quizás ganas de botar algo como rabia que tengo, ganas de emborracharme y mandar todo a la cresta, ganas de hacer deporte, de irme a nadar y agotarme, ganas de nadar hasta decir basta, hasta cuando no pueda más. Estoy aburrido de los problemas, estoy aburrido de muchas cosas. Quiero querer, quiero sentir, quiero tener a alguien a quien querer y que me quiera. Por qué esa parte es un fracaso... no lo sé. Pero lo necesito.
Un Abrazo.
Mientras iba a hacer clases, en el metro disfrutaba 'El Príncipe'. Cuando bajé del metro y caminaba hacia la facultad pensaba en las cosas que he hecho y de las que me he preocupado. Esto me producía sentimientos encontrados: tristeza y alegría; frustración y satisfacción, entre otros.
Pensaba que no he sido un mal hijo, he tenido cuidado de no serlo, tal vez no sea el hijo modelo, pero tampoco se podría decir que he sido lo contrario. Procuré no molestar a mis padres, ni producirles problemas, de alguna forma traté -y trato- de ser un buen cabro.
Nunca fui una lumbrera en el colegio ni en la Universidad. Sólo me preocupé de hacer las cosas que tenía que hacer, estudiar, y carretear en su justo medio. En el colegio era más bien flojo, pero aún así repunté, entré a la U, trabajé en ella -aún lo hago. Los profesores me 'querían', trabajé en unos proyectos. Es decir, no fui mal estudiante. Soy afortunado y algo esforzado. Empecé a trabajar desde chico, quizás a los 15, me pagué mis estudios. Mis profesores, en algunos casos me becaron, o a veces me daban pega. Estudié dos carreras, inglés, francés y curse ramos de doctorado y magister.
Cuando practiqué natación siempre fui uno de los primeros, si no era el cabecera de grupo era el segundo o el tercero. Como tenista mi situación fue bien malita, creo que soy un animal acuático, (y cuático también).
Como hermano, ahí nunca ha sido fácil, la relación con ellos es compleja. Las discusiones normales entre nosotros, a veces unas palabras salían por rabia, de las cuales más tarde me arrepentía. Con mis padres ha sido difícil, hay muchas cosas, sentimientos confusos, cosas no resueltas. Hay enojos, rabias, dolor, alegría, admiración, pero me es difícil hablar de cariño o amor. Sé que los quiero, pero me cuesta sentirlo. Me nace más bien lejanía, hay cierta distancia. Como decía una abuelita: 'en todas las casa se cuecen habas, pero en la mía por sacos'.
En fin, he procurado hacer las cosas como pienso que debí hacerlas, traté de actuar como el deber ser las indicaba. Siento que son cosas que cualquier persona puede hacer, que en ellsa no hay mérito, nada sobresaliente. Sino que un poco de suerte y un toque de insistencia. Nada de otro mundo, nada que nadie no pueda hacer.
Mis amigos me han dicho que no es así, mi sicólogo también me lo ha hecho notar. Y creo que tienen algo de razón. Pero eso no importa mucho. Esas cosas que nombré antes no son muy relevantes, insisto son cosas casi irrelevantes que sólo me pueden servir para mostar que he sido un poco resiliente. Nada más que eso.
Creo que hay algo que falta. Tal vez, en todas las cosas que nombre no hay más que efectividad para conseguirlas, todas esas cosas implican un pequeña cuota de esfuerzo y de suerte. Pero no hay afectividad. No he hablado de ella. Una vez me dibujé junto a mi familia, todos teníamos cuellos marcados, todos estábamos parados sobre una línea que indicaba el suelo. Es decir, hay una gran distancia entre sentimiento y razón, son cosas que siempre me ha costado conjugar. La línea indica la base sobre la cual me paro. El conocimiento es lo que me brinda seguridad, ahí es algo que conozco, lo demás es incertidumbre. Siempre me ha sido fácil ser una persona amena en informar, no es difícil leer, aprender, repetir y aplicar, eso no es más que una práctica, eso se desarrolla. No es difícil estudiar.
Un lector una vez me dijo que se sentía tonto cada vez que me leía, pero no, sus historias implicaban mucho, reflejaban sentimientos, reflejaban inteligencia emocional, en sus palabras había emoción. Los míos sólo explicaban, repetían cosas de otros.
Muchas veces he deseado dejar todo eso de lado, cambiar todas esas cosas que pueden ser 'logros' por sentir, por dejar de sentirme el tipo que informa, el que sabe, el que soluciona las cosas, por ser el tipo afectivo. Sentirme querido, querible. Daría todo, cambiaría cuanto fuera posible, porque se cambiara esa imagen. ¿De qué sirven esas cosas?. De nada. ¿De qué sirve que me recuerden como un tipo que una u otra otra vez dio una respuesta?. De nada. Además que mis respuestas son bien tontas.
Las personas que me han gustado no se han interesado en mí. Eso es doloroso. Cuando miras hacia atrás y sólo ves que en lo afectivo tu vida ha sido un fiasco, lo demás es basura. Lo demás es descartable. Estoy cansado de ser el que da los primeros auxilios, estoy cansado de procurar ser quien debo ser. Siento muchas cosas, quizás ganas de botar algo como rabia que tengo, ganas de emborracharme y mandar todo a la cresta, ganas de hacer deporte, de irme a nadar y agotarme, ganas de nadar hasta decir basta, hasta cuando no pueda más. Estoy aburrido de los problemas, estoy aburrido de muchas cosas. Quiero querer, quiero sentir, quiero tener a alguien a quien querer y que me quiera. Por qué esa parte es un fracaso... no lo sé. Pero lo necesito.
Un Abrazo.
Comentarios
abrazos
Tu pesadilla el usuario anonimo, Agustin;
Que grato verte escribir con palabras que de seguro son tuyas y del corazon, la raja de verdad.
Lo que siempre e cuestionado el porque la gran mayoria de los Gay hacen, dice, hablan y se comportan de igual manera, quieren dar a entender que quien sabe más, se hacen los cultos para que alguien les resalte las carencias internas que tienen.
Pucha se nota que eres buen hijo, una persona que sale del "MONTON"y eso esta bien, en cuanto a lo de estar solo, creo que a muchos nos pasa, porque en este medio de 10 uno se rescata los otros son del monton, si no mira "Tus AMigos" que te escriben, almenos tu aportas, no siempre, pero aportas en tu pagina.
Lo que e dicho en otros Email, ahora di con el clavo...
El sicólogo al final no te ayuda en nada, si tu eres grande(como persona), eso tiene que estar en primer plano y con eso sentirte satisfecho, lo otro de gustarte a alguien y no se fija en ti, pasa y mucho pero,esta en ti en superar esto, me pasa a mi compadre... quizas estas en ese 1% que dije.
Maricones hay muchossssss,gay personas pocas...
Saludos
Y definitivamente, aunque no te conozco tanto como quisiera, eres un gran hombre y quien te quiera deberá valorarte tal cual eres, aunque suene cliché... paciencia.
Un abrazote y cuidate mucho, ok?
escriba lo que quiera. no porque otros escriban (o escribamos?) a lo corin tellado deberias imitarlos (imitarnos?).
si quieres ponerle màs afecto a tus relatos, intentalo. no se pierde nada con probar. ademàs es tu blog y tu puedes hacer lo que queiras con èl.
yo igual te seguirè leyendo y metiendo mi cuchara (por lo menos hasta que aceptes comments!)
bear hug,
Daniel Alberto Silanes Puentes odiando el mes de las pruebas solemnes.
A todos ustedes un abrazo inmenso.
Yo, Claudio.