En viaje.

Hoy visité a un amigo que no veía hace un año. No vive muy lejos de mi, sólo es necesario tomar un bus, me demoro menos de 30 minutos. Aproveché de contarle que había sido de mi vida durante este último año. Han habido amores y desamores, alegrías y tristezas, triunfos y derrotas, así es la vida.
Cuando nos reencontramos viajé. Viajé al tiempo que nos conocimos, el cómo fue. Recuerdo que estaba en la Universidad, en la sala de computación y fue uno de mis primeros acercamientos al chat, nos dimos los teléfonos. Llegué a casa y hablamos, teníamos muchas cosas en común, actividades sociales, ambos participabamos en la Iglesia, él en la Evangélica y yo en la Católica.
También recordé como fue cuando nos juntamos, fue a la salida del metro, en las escaleras, me miró y sólo oí: sígueme. Ese mismo día me presentó a su familia, a sus hermanas. Con ello de alguna forma entré a su familia.

Por esos días enfermé, tenía dolores insoportables y se los contaba mientras hablábamos. Un día no los aguanté más y partí a la clínica, me preguntó a cuál iba. Mientras estaba en observación mi mamá me dijo que un compañero me fue a ver, era él. Fue extraño, sentí que me desdoblaba, es como si me hubiese mirado desde arriba, los dolores desaparecieron, me pusé de pie, mi cara se desfiguró y sólo atiné a decirle: ¿y tú?.
Pensé al mismo tiempo: ¿qué le diré a mi familia?¿cómo se lo explicaré?.
Inventamos que era un compañero que había conocido debido a mi participación en la Federación de la Universidad. Así, ahora era el turno de que él se integrara a mi familia. La conoció, a veces hablaba por teléfono más con mis hermanas o mi mamá que conmigo.
Así fueron pasando muchos recuerdos, muchos viajes. Fue intenso.
También recordé algunos enojos, uno de ellos fue cerca de Navidad, no nos llamamos para saludarnos. Pero sí lo hice para su cumpleaños, el 29 de diciembre. Ahora era él quien me decía que tenía dolores, estaba enfermo. Lo visité algunas veces en el hospital, ahí me dijeron esto es duro, largo y difícil. Con ello me destrocé, sólo quería saber que no era aquello. Una vez que le dieron el alta tuvo que hacer reposo en casa. Ese se transformó en el lugar de nuestro reencuentro, fue el espacio para afiatar la amistad. Fueron momentos que aún recuerdo, conversaciones profundas, declaraciones de amistad que aún suenan en mis oídos, las palabras todavía las recuerdo. Qué palabras más bellas oí en esos momentos, que emoción, qué sentimientos hubo. Secretos también, en más de una ocasión tuve que actuar de Celestino. Sabíamos que el tiempo corría en contra nuestra.
Llegó agosto, las visitas se hicieron más frecuentes. Las conversaciones más cercanas. Sabíamos que teníamos que aprovechar esos momentos.
Días después no conversábamos mucho, no quería exigirle, ya no tenía mcuha fuerza,su cuerpo era cada vez más pequeño. Ya no me miraba, sólo me sentía.
Entonces las conversaciones se hicieron más frecuentes con su familia. Mis amigas eran quienes me escuchaban, fueron quienes me ayudaron a descargar parte de mi rabia, parte de mi tristeza, parte de ese dolor que aún tengo.
Era cerca de la una de la madrugada, sonó el celular.
Dos día después escuché: Al menos pasó agosto... era tres de septiembre.
Ya falta un año para visitarlo nuevamente.
Un abrazo inmenso a la distancia, sé que me cuidas.

In Memoriam
J.M.Z.C.I.

Comentarios

Anónimo dijo…
Claudio tengo que decir que este blogs realmente me ha llenado los ojos de lagrimas, me emociono muy profundamente, que lindos son los buenos recuerdos, que linda es una buena amistad..

un gran abrazin

Sewis.
Pablillous dijo…
quisiera poder hacerte un comentario largo como a ti te gustan , pero la verdad es que tu relato , me dejo con la garganta apretada y con un poquito de pena..
pero lo estoy leyendo.


abrazos
C.- dijo…
A veces pienso que la muerte es un verdadero descanso a tanto dolor que hay ...
Hoy trato de subir mi ánimo , mirando hacia el lado y tratando de entender que siempre habrá personas que se encuentren en una situación más complicada que yo...
Espero tu puedas sentirte mejor, siempre acompañado por tu amigo...y esperanzado...siempre esperanzado
Muchos Saludos
Clau
Benjactor dijo…
Como tai po niño rico!!!!
que wena encontrarte aqui,no te acuerdas que casi tuvimos un romance? que eres como mi asignatura pendiente? jejejeje
ya poh, demole!!
un besito de
tu Benja
Unknown dijo…
Ando desubicado hoy, por un lado tengo el corazón apretado, por el otro, el comentario de Benja me hizo reir. Extrañas fusiones se dan estos lugares, se acaba de mezclar el dolor, la muerte y un romance que no fue, excelentes temas para un libro de esos para cortarse las venas.

Sabes Claudio, yo rara vez hablo de la muerte, no es que sea un tabú para mi, o que me duela hablar del tema, simplemente me agota. He visto pocas caras de las múltiples que tiene, pero todas venían acompañadas de la rabia y el dolor de que algo sagrado te era arrebatado.

Cada muerte es distinta, cada funeral te deja un ánimo y sabor de boca diferente, algunos duelen mucho, otros han sido de una cruel pero franca alegría. Algunas muertes nos tocan el alma, otras nos resvalan.

No sé, yo sólo he visto cinco caras de la muerte, pero solo recuerdo cuatro, la muerte del padre de una amiga, la muerte de mi tía, la muerte de mi padre, y la amenaza de muerte con un revolver apuntándome.

Jamás he perdido un amigo, pero perdí compañeros de vida, y sangre de familia. No sé si sea el mismo sentimiento, pero sé que es fuerte, sé que hay fechas específicas que nos clavan el alma, reabriendo una pequeña herida, que nos sacan una lágrima y media sonriza, ya que no todo recuerdo es exactamente triste.

Me es imposible imaginar o creer en lo que dicen que ocurre después de la muerte, pero si tengo muy claro lo que queda en los que sobrevivimos. Sé que un abrazo ni comentarios que te podamos hacer te van a ayudar en nada, ya que es un hecho tan único y personal, que sólo cada uno de nosotros sabemos como llevar.

Recibe de mi parte un abrazo.

Daniel Alberto Silanes Puentes.
Benjactor dijo…
Y ya no te acuerdas de un tal Benjamin que estudia teatro...que frivolo y malo eres jejejej
un besito
Gabo Espejo dijo…
Cuando leí este relato, en un primer momento pensé en lo frágiles que somos, pero le estuve dando vueltas al asunto y recordé estas palabras que escuché alguna vez.

Las transcribo:

"Hay personas Estrella y hay personas Cometa. Los Cometa pasan, los Estrella permanecen. Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida un instante; no cautivan a nadie, y nadie los cautiva. Lo importante es ser Estrella, dar calor, luz, vida. Los amigos son Estrella. Los años pasan, pueden surgir distancias, pero en nuestros corazones quedan marcas...

Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es un desafio, pero por encima de todo, una recompensa.

Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas."

Saludos
Gabriel.
Morwen dijo…
Claudio, gracias por compartir algo tan intimo, se me apretó la garganta cuando leí tu post.
Me gustó lo que dijo Gabriel, los amigos son estrellas... su recuerdo permanece aunque ya no estén, entre un dejo de melancolia por lo que fue y el agradecimiento por haberlos conocido.

Un gran abrazo y mucha fuerza.
Daydalaus dijo…
NO te voy a decir nada que ya te hayan posteado, saludos nomás.

Ya, para no ser descortés... a todos nos falta una historia desgarradora que contar... a veces me gustaría participar de una (sin desearle mal a nadie, solo a mi mismo) para poder ponerme en perspectiva denuevo. Luego me doy cuenta que si tengo cosas, y que gracias a eso aprendí que las son tristes pero asi son y nada hay tan grave que no nos podamos reponer.
Pancho Varas dijo…
tengo ganas de llorar(pero no puedo, hace años que no lo hago), gracias por contar tu historia, el fin ultimo del arte es conmover, tu me has conmovido...gracias, solo atraves de ,los sentidos se puede curar el alma...
Sr Sombrero dijo…
Cuando era niño creo a los 7 años, tenia un amigo, Lucho, siempre saliamos a jugar yo tenia una bicicleta muy freak de esas con manubrio redondo, y el tenia de las normales, el era bueno para jugar a la pelota, y yo en ese tiempo tambien lo era. Un sabado de Septiembre, mi mama me desperto muy temprano y me dijo que a Lucho lo habian atropellado, por ir a perseguir un volantin... No recuerdo su rostro, no recuerdo su voz, solo recuerdo buenos momentos.

Saludos
Anónimo dijo…
Hola hace tiempo que estaba por escribirte en este tu post es para mi muy especial, y me llega mucho, camino a diario con la muerte a mi lado, antes tenia miedo de que nadie fuera a mi funeral y eso me deprimía mucho, pero ahora se que irían varios y no quiero que nadie sepa, se que quizás he marcado un poco el corazón de algunos, y eso aunque suene quizás feo o morboso y presuntuoso me deja un poco mas tranquilo, si llega ha existir alguien que se acuerde de mi como tu lo haces por tu amigo en su momento será grandioso, pero al igual que cuando murió mi madre me destrozo el corazón, también sentí un gran descanso el saber que descanso por que termino sufriendo mucho, así es que esta tranquilo ya que el esta bien y sobre todo que debe sentir el que tu lo recuerdas, en la vida hay tanta gente que se va y nunca nos enteramos y nos preguntamos que será de tal o cual persona, que tan solo saberlo y recordar ese momento y dedicarle unas palabras te hace una persona que da gusto conocer, te mano un gran abrazo y que estés muy bien.
yO, cLaUdiO dijo…
Gracias por el comentario señor anónimo, yo creo que todos hemos pensado si alguien nos recordará una vez que no estemos. También lo he hecho, y me he preguntado si alguien asistirá cuando me despidan, es una curiosidad con cierta cuota de morbo. Ahora creo que no es importante presguntarme aquello, sino que tratar de actuar tranquilo conmigo, ayudar si me es posible. Recuerdo a Alberto Hurtado que en un momento dijo que el hombre no está en la tierra sino para hacer el bien. Eso creo que es lo importante.
Daydalaus; que sincero...y no has sido en lo bsoluto descortés. Sabes, he aprendido bastante de mi amigo, del dolor que viví, pero sé que es un tema no resuelto totalmente. Me cuesta mucho hablarlo, escribirlo tampoco fue fácil, pero me ha servido como espacio para descargar parte de ese dolor, quizás algo de terapia. Me ha ayudado a reponerme, como dice mi padre, 'lo que no nos mata nos hace más fuertes'.
Sr. Sombrero, gracias por sus palabras, por su testimonio. Es increíble lo que me pasa a medida que leo otros blogs y sus comentarios, muchas veces me sentía de alguna manera 'excepcional' -en el sentido de diferente-, que sólo a uno le pasan cosas, pero no es así. En más de algú blog he descubierto que esas excepcionalidades, no son tales. Todos gurdamos dolor, alegría y todos esos sentimientos.
Pancho Famoso, sin duda que las artes nos conmueven, pero el llanto es una forma de manifestar aquello. Así que nunca es tarde para conmovernos.
Un abrazo
Claudio

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