¿ δημοκρατία ?

Chile, como muchos otros países, ha recorrido el mismo camino, pasar de regímenes monárquicos (periodo colonial), luego a oligarquías, (siendo optimistas, aristocracias), luego a la democracia o partidocracia (o partidoarquía), y finalmente, creo, estamos en una encuestocracia (o encuestarquía).

Al poner los énfasis en los sufijos, cracia y arquía, ambas griegas y traducidas comúnmente como poder, quise destacar a los diferentes tipos de poder al que aluden. Así la democracia (δημοκρατία) se traduce como el poder del pueblo (demo[δημοκ]=pueblo; cracia [κρατία]=poder) y arquía, ya sea como monarquía (μοναρχία), u oligarquía (ὀλιγαρχία), y arqueología (ἀρχαιολογία). En las tres palabras la raíz es la misma arquía (αρχία), aunque en arqueología (ἀρχαιο) hay una variación, sin embargo, en su sentido es el mismo: origen y no poder.

Estas palabras nos ayuda a comprender la diferencia entre el poder como kràtos y como arké, pues el primero en el griego koiné es poder, pero con una legitimidad fundada en los ciudadanos. No así arké, arquía,
αρχία, que apela al origen del poder que puede estar fundado, ya sea en una toma del poder, en una tradición hereditaria, u otra. Por ello, Foucault realiza una arqueología del saber, es decir, ir a los orígenes del conocimiento como logos, λογία.

Por lo tanto los regímenes cuyo sufijo es arquía no cuentan con una legitimidad ciudadana, sino que un poder de orígen, por ello monarquía, oligarquía, entre otros, cuentan con la legitimidad en ser hereditarios, divinos o de otro tipo. Por ello propongo referirnos al actual régimen de gobierno como una partidoarquía, pues éstos escasamente son democráticos. Son definiciones cupulares, en donde la las votaciones y elecciones se asemejan más a un plebiscito, que a una democracia deliberativa. Ejemplos para ello sobran, pero la circunscripción 16, décima región norte donde el único candidato presentado por la Alianza fue Andrés Allamand, de seguro gana y sale primero; y la Concertación tampoco lo hace mal, colocando a Eduardo Frei Ruiz Tagle, acompañado de un candidato débil.

Después de reconocer la partidoarquía chilena es imposible no estar de acuerdo con el cínico norteamericano Ambrose Bierce:"el elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros".

Un abrazo.

Comentarios

Santiago Illapa dijo…
Concuerdo en todo los eñalado por usted, salvo en un punto: lo de periodo colonial. América no fue nunca colonia española, sino que eran reinos con el mismo estatuto (en teoría) que los reinos peninsulares. Por eso se opta por hablar de periodo virreinal en ciertas corrientes historiográficas.

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