Sistema de partidos durante la Concertación.

Ricardo Lagos como una manera de 'sacar al pizarrón' a la derecha chilena envió un proyecto de ley para modificar el sistema electoral por uno proporcional. El Proyecto sólo dice que se el binominal se cambiará por uno proporcional sin indicar sus características ni funcionamiento, pues esto sería fruto del debate parlamentario que tiene como plazo un año.

Ahora, el punto que se destaca del binominal es la estabilidad que brinda, y tendría como costo la representación de partidos pequeños. Pues el binominalismo tendería a crear un sistema bipartidista, o de dos grandes coaliciones. Pero ¿lo ha conseguido? veamos cómo se han dado las cosas, lo primero que constatamos es que el sistema de partidos continúa siendo multipartidista moderado, como lo ha sido a lo largo de la historia. Pero mientras se ha mantenido vigente el sistema binominal podemos verr un crecimiento constante en el nivel de fragmentación del sistema de partidos, tanto a nivel de votos como asientos en el congreso, en 1993 éste era de 4,42 y 6,95 ; en 1997 4,47 y 7,65; en 2001 4,96 y 6,85; y en 2005 5,14 y 6,75. La primera cifra corresponde al nivel de fragmentación de los escaños en el Congreso mientras que la segunda de la votación.

Con estas cifras podemos sostener que el sistema binominal ha fracasado en su intención de crear un bipartidismo. Sino que por el contrario, a pesar de la disminución que genera de la fragmentación ésta aumenta en ambas mediciones. Por esto se justifica su modificación hacia uno proporcional que castigue a los partidos pequeños, para de este modo evitar una fragmentación injustificada. Pero que respete el multipartidismo imperante en Chile. Pues el sistema electoral no ha conseguido eliminarlo.

Ahora si analizamos el nivel de polarización del sistema de partidos nos encontramos con que éste ha aumentado en el mismo periodo. Pero hay algo que se está gestando y que me parece que es aún más grave, que en el sistema de partidos se ha tendido a una desaparición y disminución del centro, el cual debiera actuar como fuerza moderadora. Es decir, el sistema mezcla de manera extraña dos fuerzas: centrífuga y centrípeta. La primera se explica en tanto los partidos que han tenido el mayor crecimiento en escaños han sido los extremos: la UDI y el bloque Progresista, en desmedro de una centro derecha como lo sería RN y un centro cercano a la Concertación la DC, por lo tanto no hay sólo una izquierdización del Congreso, sino que también una derechización. La fuerza centrípeta se explica sólo en virtud de la votación que le es necesaria a los extremos para llegar al poder.

En cifras los extremos, UDI más progresistas, han crecido desde 1993 41,59; en 1997 44.04; en 2001 62.07, y en 2005 65.55. El centro, DC y RN, ha caído desde 1993, ese año obtuvo el 58%; en 1997 el 55,96; en 2001 el 37,93 y en 2005 sólo el 34.45 de los escaños.

Esto implica a nivel de gobernabilidad ciertos peligros, tanto para Bachelet como para Piñera, pues Bachelet tendrá que lidiar con los conflictos internos del centro concertacionista DC, ya hemos visto las luchas entre disidentes y dirigentes, y una migración hacia Piñera. A esto hay que sumar las luchas por la repartición de cargos públicos. En el caso de Piñera un candidato de centro derecha que tiende a captar el voto del centro concertacionista, pero si resultare electo se enfrentaría a un congreso polarizado, con un centro debilitado, desobediente y disconforme. Así para ambos candidatos el periodo de cuatro años es corto para conseguir acuerdos.

Esto se podría hacer más fácil con un sistema electoral proporcional, que puede mezclarse con uno mayoritario. Pues aseguraría la representación de grupos minoritarios, y estabilidad con un sistema mayoritario uninominal. Y a la vez permitiría una mayor flexibilidad de las coaliciones y partidos políticos, pues no estaría amarrados a alianzas en virtud del sistema electoral.

Un abrazo,
Yo, Claudio.

Comentarios

Daydalaus dijo…
Posteaste el trabajo de tesis?
Arturo dijo…
Wow. No sé como pude leérmelo todo. El sistema binominal y el nuevo parlamento. Izquierdización? Ni el PS ni el PPD son partidos de izquierda, el socialismo renovado progresista dista mucho de las definiciones históricas de la izquierda. La única izquierda chilena es el PODEMOS, pues no adhiere al neoliberalismo ni intenta reformarlo inútilmente.
Mi humilde opinión.
Ah, y el envío del proyecto de ley del presidnete Lagos es un mero tongo y una mera señal polìtica en pos de la segunda vuelta, porque el Congreso está en receso y la suma urgencia será tema después de enero.

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